lunes, 8 de septiembre de 2025

Los latinos en Hazleton viven una realidad dividida siete meses después del inicio de la administración de Donald Trump. En esta ciudad de una antigua región carbonífera de Pensilvania, las promesas de campaña sobre seguridad y control migratorio resuenan de manera diferente entre sus habitantes. Mientras un sector de la comunidad de latinos en Hazleton aplaude las medidas, otro expresa un creciente temor por el futuro de sus familias, generando un debate constante en las calles.

Voces a favor de las nuevas políticas

Nicolás Díaz, un jubilado de 78 años originario de la República Dominicana, es uno de los residentes que votó por el actual presidente y defiende su gestión. Desde la marquesina de una tienda en la calle Wyoming, observa las aceras y las interpreta como una señal de que las cosas están cambiando. Según su testimonio, las fuertes políticas de inmigración eran necesarias. Él responsabiliza a las administraciones demócratas por una apertura de fronteras que, en su opinión, trajo delincuencia y quitó empleos a los residentes locales.

Para Díaz, la situación ha mejorado. “Ya no vienen”, comentó refiriéndose a la llegada de inmigrantes indocumentados a la ciudad que ha sido su hogar durante la última década. “Los que están aquí se esconden”, añadió, convencido de que estas medidas están haciendo de su comunidad un lugar más seguro para vivir.

El temor y la incertidumbre en la comunidad

Sin embargo, esta perspectiva no es compartida por todos. En la misma conversación, su amigo Robin Rubin, de 77 años, lo interpeló para mostrarle la otra cara de la moneda. “Ahora mismo, hay padres que tienen miedo de dejar a sus hijos en la escuela”, le dijo, destacando la ansiedad que se ha apoderado de muchos hogares en Hazleton. “Digan lo que digan, eso no es bueno”, sentenció.

La realidad de las familias trabajadoras

La gran mayoría de las personas entrevistadas en la ciudad, tanto en inglés como en español, manifestaron su oposición a la deportación o al arresto de inmigrantes indocumentados que son trabajadores y no delincuentes. Aunque muchos afirman no haber visto todavía una aplicación de la ley extremadamente agresiva en su localidad, la preocupación es palpable. La idea de que familias puedan ser separadas o que vecinos trabajadores sean deportados genera una tensión constante entre la población.

Un caso particular en Pensilvania

Hazleton se destaca por ser la única de las tres ciudades con mayor población latina en Pensilvania que votó mayoritariamente por Trump. En contraste, otras ciudades como Reading y Allentown le dieron un apoyo de apenas el 35%. Esta decisión electoral ha puesto a los residentes de Hazleton a lidiar con las consecuencias directas de las políticas que ayudaron a elegir.

Fuente: inquirer.com/ Julia Terruso , Ximena Conde

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