

El pasado domingo, el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) se sumergió en la oscuridad, dejando a cientos de pasajeros varados y decenas de vuelos suspendidos.
Este apagón en AILA no fue un simple fallo eléctrico; según voces críticas, se habría tratado de una maniobra calculada para desviar la atención de un tema mucho más delicado: presuntos actos de corrupción en la Administradora de Riesgos de Salud (Senasa).
La situación generó un profundo caos, afectando a la principal terminal aérea del país por casi un día completo, con interrupciones que se extendieron desde la mañana hasta la noche, y un segundo corte de energía en la madrugada siguiente.
Un Caos Inesperado en Las Américas
La experiencia para muchos viajeros fue de indignación y frustración. Pasajeros de vuelos internacionales se vieron imposibilitados de desembarcar, esperando horas dentro de los aviones, mientras que otros no podían completar sus procesos migratorios debido a la falta de energía.
Las escenas de viajeros a la deriva y la suspensión de operaciones aéreas crearon una atmósfera de incredulidad. Como se escuchó en un reciente informe de Manola TV, "es increíble que un aeropuerto internacional no tenga luz y no solo eso, ¡sin plantas de luz todavía!". Esta situación pone de manifiesto una posible negligencia del aeropuerto Las Américas, algo inaceptable para una infraestructura crítica que debe garantizar operaciones continuas y seguras.
La falta de sistemas de respaldo adecuados en una instalación de esta magnitud plantea serias interrogantes sobre la gestión y el mantenimiento.
La Sombra de la Corrupción y el Desvío de Atención
Mientras el país hablaba del caos aeroportuario, el análisis de diversas fuentes apuntó a una estrategia de desvío de la atención pública. La narrativa central en algunos medios y redes sociales, como el video de Manola TV, sugería que este evento masivo y notorio buscaba opacar las crecientes acusaciones de desfalco en Senasa.
La teoría es que generar una noticia contundente un domingo garantiza que el lunes todos los medios de comunicación se centren en ella, dejando de lado otros temas de interés nacional, especialmente aquellos que afectan al gobierno de turno. Se menciona específicamente una "doble contabilidad" en Senasa, con registros ficticios para organismos externos, según los mismos informes. Este tipo de situaciones, lamentablemente, no son nuevas en la política, donde la creación de eventos "cortina de humo" es una táctica conocida para manipular la opinión pública.
Las repercusiones de un incidente como el apagón en AILA. La imagen del país como destino seguro y confiable para la aviación se ve comprometida. Expertos advierten sobre la posibilidad de perder la categoría uno en aviación, lo que podría implicar la suspensión de permisos para aerolíneas nacionales que vuelan a Estados Unidos.
Además, aerolíneas de prestigio como American, Copa o Delta podrían reconsiderar sus operaciones en República Dominicana, o al menos en el AILA, si no se garantiza la seguridad para sus tripulaciones, aviones y millonarias inversiones.
Un incidente de esta magnitud, provocado o no, resalta la vulnerabilidad de infraestructuras vitales y el riesgo de daños irreparables a la reputación y economía nacionales. La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para recuperar la confianza, tanto de los ciudadanos como de la comunidad internacional.
https://www.youtube.com/watch?v=Q_1kK61iTRo
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