La crisis haitiana fue el eje central del discurso del presidente Luis Abinader este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde dejó una postura clara y firme.

El mandatario dominicano sostuvo que a ninguna nación se le puede cuestionar por tomar las medidas necesarias para proteger su integridad territorial y garantizar la seguridad de sus ciudadanos, en una directa referencia a la situación que se vive en el vecino país y sus consecuencias para la República Dominicana.

Un llamado urgente al consejo de seguridad

Durante su intervención, el presidente Abinader reiteró que el colapso institucional y la violencia extrema que dominan en Haití representan una seria amenaza para la estabilidad de toda la región. Describió el control de bandas criminales, que han sido catalogadas como terroristas, como una situación que desborda la capacidad de cualquier nación por sí sola.

Por ello, instó al Consejo de Seguridad a actuar sin más demoras y aprobar una resolución que fortalezca la actual Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, convirtiéndola en una fuerza con un mando más robusto, metas definidas y el apoyo logístico necesario de las Naciones Unidas. "Cada día de inacción aleja la solución a la crisis. ¡Actuemos ya!", advirtió el mandatario.

Agradecimientos y la realidad del despliegue

Si bien Abinader agradeció el liderazgo de naciones como Kenia, Jamaica, Belice, Bahamas, Guatemala y El Salvador en esta iniciativa, también reconoció el respaldo financiero de potencias como Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, fue enfático al señalar que el despliegue actual todavía no tiene la escala requerida para poder cumplir con sus objetivos de pacificación y estabilización en Haití.

Soberanía y seguridad como prioridad

El mensaje principal del jefe de Estado dominicano se centró en la soberanía. Dejó claro que las acciones de su gobierno en las fronteras responden a un deber de proteger al pueblo dominicano. La defensa de la integridad territorial, según sus palabras en el foro mundial, es un derecho irrenunciable de cualquier Estado. El discurso también sirvió para destacar los avances de la República Dominicana en áreas como la reducción de la pobreza y la subalimentación, y para proponer un nuevo pacto financiero internacional que beneficie a los países en desarrollo.

Finalmente, Abinader expresó su apoyo a la idea de que una mujer ocupe la Secretaría General de la ONU en el futuro, reafirmando el compromiso del país con el multilateralismo y la cooperación, pero siempre partiendo de la base de que la crisis haitiana necesita una respuesta compartida y contundente de la comunidad internacional.