martes, 9 de septiembre de 2025



Salcedo opina sobre La Casa de Alofoke y pide moderación
El fenómeno de La Casa de Alofoke ha captado la atención de diversas figuras públicas en la República Dominicana, y recientemente ha sido objeto de análisis por parte del ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo.

Sus declaraciones, ofrecidas en un conocido programa, abren un interesante diálogo sobre el papel de los nuevos formatos digitales en la sociedad y la responsabilidad que conllevan. Salcedo, reconociendo el éxito del proyecto, también ha extendido una invitación a sus productores para reflexionar sobre ciertos aspectos de su contenido, especialmente en lo que respecta al lenguaje utilizado. Este posicionamiento no busca censurar, sino más bien iniciar una conversación necesaria sobre la evolución de los medios en la era digital y su influencia en la cultura popular del país.

Un fenómeno mediático bajo la lupa cultural

No se puede negar que el formato de La Casa de Alofoke ha revolucionado el panorama del entretenimiento digital en el Caribe. Su éxito se basa en una fórmula que combina la espontaneidad, la controversia y la participación directa de la audiencia, elementos que han demostrado ser altamente efectivos para capturar y mantener el interés del público. Millones de visualizaciones y una comunidad de seguidores muy activa son prueba de su gran aceptación.

Roberto Ángel Salcedo, desde su posición en el Ministerio de Cultura, observa este crecimiento no como un hecho aislado, sino como parte de los ciclos naturales que atraviesan los medios de comunicación. En sus palabras, se entiende que cada época tiene sus propios formatos y tendencias que definen la manera en que la gente consume información y entretenimiento. Su análisis sitúa a este proyecto como un heredero de otros experimentos mediáticos que en su momento también rompieron esquemas y generaron debates a nivel nacional e internacional.

El llamado a la moderación en el lenguaje

El punto central de la intervención de Salcedo fue su llamado a la moderación. Si bien celebra la creatividad y la capacidad de conexión del programa, sugiere que los productores consideren el alcance de su plataforma y la influencia que ejercen sobre una audiencia masiva y diversa. La sugerencia de cuidar el lenguaje y el estilo no es un ataque a la libertad de expresión, sino una reflexión sobre la responsabilidad social que acompaña a quienes tienen una voz tan poderosa en el ecosistema digital actual.

Esta perspectiva busca un equilibrio entre la autenticidad que caracteriza al formato y la promoción de un discurso que, aunque sea entretenido y directo, no descuide ciertos valores comunicacionales. La idea es que el éxito comercial y de audiencia puede ir de la mano con un contenido que construya y aporte de manera positiva al diálogo social, evitando excesos que puedan ser perjudiciales a largo plazo para la audiencia más joven.

Para dar una mejor perspectiva a su análisis, el funcionario comparó el proyecto con otros formatos televisivos de fama mundial, como “La Casa de Cristal” y diversos reality shows que han marcado pauta en diferentes décadas. Esta comparación es muy acertada, ya que todos estos formatos comparten un elemento en común: exponen la convivencia y las interacciones humanas sin un guion estricto, lo que genera un contenido impredecible y altamente atractivo.

Al hacer este paralelismo, Salcedo no solo valida la relevancia del formato dominicano, sino que también lo inscribe en una tendencia global de la comunicación. Muestra que lo que ocurre con este proyecto no es único de la República Dominicana, sino una manifestación local de un apetito mundial por contenidos más reales y menos producidos. Sin embargo, también recuerda que estos formatos internacionales han enfrentado debates similares sobre sus límites y su responsabilidad ética y social en sus respectivos países.

La opinión de Roberto Ángel Salcedo adquiere un peso especial por provenir del titular del Ministerio de Cultura. Su función le exige velar por las expresiones culturales del país y fomentar un ambiente donde la creatividad pueda florecer de manera responsable. Su análisis, por lo tanto, no debe ser visto como una crítica destructiva, sino como la visión de un funcionario que entiende las dinámicas de los medios y se preocupa por la dirección que toman las nuevas narrativas populares.

Estas declaraciones fueron ofrecidas durante una entrevista con los comunicadores Julio Samuel Sierra, Nilson Batista y Omara Corporán en el programa “El Nuevo Diario en la Tarde”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV, una fuente que confirma la relevancia del tema en la agenda mediática actual.

La conversación pone de manifiesto que el crecimiento exponencial de las plataformas digitales requiere un diálogo continuo entre creadores, audiencias y figuras institucionales para asegurar un desarrollo saludable y constructivo del ecosistema mediático nacional.

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