James Comey, exdirector del FBI, acusado tras presiones de Trump

Comey enfrenta un cargo por declaración falsa y otro por obstrucción de un procedimiento del Congreso. Ambos cargos están relacionados con su testimonio ante un comité del Senado en septiembre de 2020. La acusación formal, presentada en Alexandria, Virginia, representa una movida legal sin precedentes por parte de la administración Trump para perseguir a un exfuncionario.

¿Cuáles son los detalles de la acusación?

La acusación formal contra el exdirector del FBI se materializó a pesar de las objeciones de fiscales de carrera en Virginia. Según un informe del New York Times, estos fiscales no encontraron pruebas suficientes para sostener los cargos, pero fueron desautorizados por Lindsey Halligan, una abogada leal a Trump nombrada por él mismo para dirigir la acusación.

El documento, de apenas dos páginas, fue firmado únicamente por Halligan, quien no tiene experiencia previa como fiscal. Esta acción ha generado serias dudas sobre la independencia del Departamento de Justicia. Normalmente, este tipo de acusaciones son respaldadas por los fiscales que han trabajado en la investigación.

La acusación sostiene que Comey afirmó falsamente durante una audiencia que no había autorizado a otra persona del FBI a actuar como fuente anónima en noticias sobre una investigación. El documento afirma que "esa declaración era falsa", pero no ofrece mayores detalles sobre las personas involucradas, refiriéndose a ellas como "Persona 1" y "Persona 3".

Reacciones y posibles consecuencias

Tras conocerse la noticia, James Comey imputado, declaró su inocencia en un video, afirmando que no tiene miedo y que aprovechará la oportunidad para limpiar su nombre en un juicio. Por su parte, Donald Trump celebró la medida en su red social, Truth Social, con el mensaje: "¡JUSTICIA EN ESTADOS UNIDOS!".

Si es declarado culpable, Comey podría enfrentar una pena de hasta cinco años de prisión, aunque muchos expertos legales consideran que el caso es débil y será difícil de probar en los tribunales.

La situación también ha tenido repercusiones familiares y profesionales. Troy A. Edwards Jr., yerno de Comey, renunció a su puesto como fiscal en la misma oficina que presentó los cargos. En un correo electrónico, Edwards declaró que su renuncia era para "cumplir con su deber con la Constitución y el país".

El senador demócrata Mark Warner advirtió que la acusación muestra cómo el expresidente busca utilizar el sistema judicial para sus propios fines. "Este tipo de interferencia constituye un peligroso abuso de poder", señaló en un comunicado.