El exdirector del FBI, James Comey, ha respondido a la noticia de su acusación con una contundente declaración en video que se ha difundido rápidamente. En el corto mensaje, Comey aborda directamente su situación legal, su postura frente a Donald Trump y envía un llamado a los ciudadanos estadounidenses, manteniendo un tono firme y de confianza en las instituciones del país. Su aparición busca fijar una posición clara ante la opinión pública.

Un mensaje claro sobre el costo de la verdad

Durante su mensaje, Comey señaló que tanto él como su familia eran conscientes desde hace años de que enfrentarse a figuras como Donald Trump tendría consecuencias. "Mi familia y yo sabemos desde hace años que enfrentarse a Donald Trump tiene un precio, pero no podríamos imaginarnos viviendo de otra manera", afirmó. Con estas palabras, subraya que su proceder siempre ha sido por convicción y que no se arrepiente de sus acciones pasadas. Añadió una frase directa para reforzar su postura: "No viviremos de rodillas, y ustedes tampoco deberían".

El llamado a no vivir con miedo

Citando a un ser querido, Comey afirmó que "el miedo es la herramienta de un tirano", y de inmediato aseguró no sentirlo, esperando que los ciudadanos tampoco lo sientan. En lugar de temor, pidió a la gente que se comprometiera con el futuro del país. "Espero, en cambio, que estén comprometidos. Que estén atentos. Y que voten, como si su amado país dependiera de ello, y así es", expresó en su video, vinculando la situación actual con la responsabilidad cívica de cara a los procesos electorales.

Fe en la justicia a pesar del dolor

Mostrando una postura compleja, el exfuncionario expresó que le "duele el corazón por el Departamento de Justicia", la misma institución que ahora lo investiga. A pesar de este sentimiento, manifestó tener una "gran confianza en el sistema judicial federal". Esta declaración busca separar las posibles influencias políticas de la solidez y la integridad que, según él, mantiene el aparato de justicia de la nación.

Finalmente, James Comey se declaró "inocente" y pidió que se celebre un juicio para demostrarlo, instando a la gente a mantener la fe en el proceso. Su mensaje concluye con un aire de seguridad, dejando su futuro en manos de los tribunales y buscando proyectar una imagen de transparencia y cooperación con el sistema que una vez dirigió y en el que ahora deposita su confianza.