

Un inminente cierre del Gobierno en Estados Unidos parece casi seguro después de que los demócratas en el Senado bloquearan una propuesta republicana destinada a mantener la financiación de las agencias federales. La Casa Blanca ya ha instruido a las distintas agencias a que comiencen a ejecutar sus planes para un cierre ordenado, a medida que la confrontación política llega a un punto crítico a pocas horas de la medianoche, fecha límite para alcanzar un acuerdo.
La situación actual amenaza con paralizar una parte importante de la administración pública por primera vez en siete años, dejando a miles de trabajadores en una posición vulnerable. La votación, que resultó en 55 a 45, no logró los 60 votos necesarios para superar el bloqueo y avanzar con la legislación que proponía extender la financiación del gobierno por siete semanas más. Este escenario pone de manifiesto la profunda división que existe en Washington.
La tensión política alcanza un punto crítico
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, acusó a los republicanos de intentar "intimidar" a su partido al no querer negociar sobre temas prioritarios, especialmente en el área de la salud. Tras la votación fallida, la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca emitió un comunicado urgente indicando que "las agencias afectadas deben ejecutar ahora sus planes para un cierre ordenado".
Por su parte, los líderes demócratas y republicanos se han enfrascado en un juego de culpas, negándose a ceder en sus posturas presupuestarias. "Los republicanos tienen hasta la medianoche de hoy para hablar en serio con nosotros", declaró Schumer, poniendo la responsabilidad sobre el presidente Donald Trump para encontrar una solución. Sin embargo, desde el bando republicano, argumentan que presentaron un proyecto de ley "limpio" y sin controversias que no debería ser objeto de disputas.
¿Qué sucede durante un cierre de gobierno?
Un cierre del Gobierno en Estados Unidos implica que cientos de miles de empleados federales podrían ser suspendidos de sus labores o incluso despedidos. La mayoría de los trabajadores considerados "no esenciales" dejarían de percibir su salario mientras dure la parálisis.
El presidente Trump advirtió que podría haber represalias contra los demócratas, mencionando la posibilidad de "recortar a un gran número de personas" y eliminar programas que son importantes para ellos. Mientras tanto, la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, se encuentra en receso, lo que complica aún más cualquier posibilidad de un acuerdo de último minuto.
Las demandas clave de los demócratas
El principal punto de discordia gira en torno a la atención médica. Millones de ciudadanos podrían enfrentarse a primas de seguro más altas si expiran los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, implementados durante la pandemia para ayudar a personas de ingresos bajos y medios.
Los demócratas exigen que estos subsidios se extiendan de manera inmediata. También piden que se reviertan los recortes a Medicaid aprobados recientemente y que la Casa Blanca se comprometa a no tomar acciones unilaterales para rescindir gastos ya aprobados por el Congreso. "No vamos a apoyar un proyecto de ley de gasto republicano partidista que siga desmantelando la atención médica de los estadounidenses", afirmó el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.
El último cierre gubernamental, que duró 35 días entre 2018 y 2019, fue el más largo de la historia y se originó por la demanda de Trump de fondos para su muro fronterizo. Ahora, la historia parece repetirse, aunque con diferentes protagonistas en el centro del debate, según la información de The Associated Press (AP).























