lunes, 4 de agosto de 2025



Tensión global: Rusia responde a Trump con misiles
Rusia ha decidido levantar su propia prohibición al despliegue de misiles de corto y medio alcance, una medida que eleva considerablemente la tensión en el escenario geopolítico mundial. La decisión, anunciada este lunes, llega como una respuesta directa a las recientes acciones militares de Estados Unidos, incluyendo el movimiento de submarinos nucleares anunciado por el presidente Donald Trump.

Este nuevo capítulo en las relaciones entre las dos potencias revive el temor a una carrera armamentista sin precedentes desde la Guerra Fría.El Kremlin justificó su postura argumentando una falta de reciprocidad por parte de Washington y sus aliados de la OTAN.

Según el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Estados Unidos ha avanzado en la instalación de sistemas de lanzamiento que podrían ser adaptados para misiles prohibidos por acuerdos anteriores, rompiendo el equilibrio estratégico que se había mantenido durante años.

El fin de una era de control de armas

La moratoria que Rusia ha dejado sin efecto fue autoimpuesta en 2019. Esto ocurrió tras la desaparición del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), un pacto histórico firmado en 1987. Dicho tratado fue crucial para la seguridad en Europa durante más de tres décadas, ya que prohibía a ambas naciones poseer, producir o probar misiles terrestres con un rango de entre 500 y 5.500 kilómetros.

La retirada de ambas potencias del tratado INF abrió una peligrosa caja de Pandora. Ahora, con el anuncio ruso, el fantasma de una Europa y una región de Asia-Pacífico erizadas de misiles vuelve a ser una posibilidad muy real, alterando por completo el panorama de la seguridad internacional.

La justificación de Moscú

Moscú no ha tomado esta decisión a la ligera. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, señaló que las recientes maniobras de la OTAN y el despliegue de sistemas de misiles estadounidenses en diversas partes del mundo tienen un "claro cariz antirruso". En concreto, mencionó la instalación de lanzadores Mk-41 en bases de Rumanía y Polonia, y el envío de sistemas Typhon a Asia, como actos que obligan a su país a tomar contramedidas para proteger su seguridad nacional.

Estas acciones son vistas desde Rusia como una amenaza directa. El presidente Vladímir Putin ya había advertido en diciembre pasado que su país se vería forzado a reconsiderar su compromiso unilateral si Estados Unidos continuaba con lo que describió como acciones "desestabilizadoras". El reciente anuncio de Donald Trump sobre el despliegue de dos nuevos submarinos nucleares rusos en zonas estratégicas fue, al parecer, el detonante final que impulsó la contundente respuesta del Kremlin.

La comunidad internacional observa con gran preocupación. El levantamiento de la moratoria sobre los misiles de corto y medio alcance no solo pone fin a un periodo de relativa calma, sino que también abre la puerta a una nueva y peligrosa fase de competencia militar. Las capitales europeas, en particular, se encuentran ahora en una posición vulnerable, atrapadas en medio de la creciente rivalidad entre Washington y Moscú, una situación que podría redefinir las alianzas y la seguridad del continente en los próximos años.

Fuente: Infobae

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