El proceso para obtener una visa de no inmigrante para Estados Unidos está a punto de cambiar significativamente. Las nuevas reglas para visas de EEUU anunciadas por el Departamento de Estado establecen un requisito casi universal de entrevistas presenciales, una medida que entrará en vigor a partir del próximo 2 de septiembre y que modifica la forma en que miles de personas deben gestionar su solicitud.

Esta determinación busca reforzar los controles de seguridad y garantizar que cada solicitante sea evaluado de manera personal y directa por un oficial consular, eliminando la mayoría de las exenciones que hasta ahora agilizaban el trámite para ciertos grupos de viajeros. La noticia representa un ajuste importante en la política migratoria y consular del país, impactando a solicitantes de todas las edades y nacionalidades que planeen viajar por turismo, negocios, estudios u otros motivos temporales.

¿A qué se debe este cambio en las entrevistas de visa?

La razón principal detrás de esta nueva directriz es la de unificar y estandarizar el procedimiento de evaluación de los solicitantes.

Anteriormente, existían diversas dispensas que permitían a ciertos aplicantes, como menores de edad o personas de la tercera edad, evitar la cita en la embajada o consulado. Sin embargo, las autoridades han considerado necesario que la gran mayoría de las personas que inician una solicitud de visa americana pasen por una conversación cara a cara con un oficial.

Según fuentes oficiales, esto permite una verificación más exhaustiva de la información proporcionada en los formularios, así como una evaluación más precisa de las intenciones de viaje del solicitante. El objetivo es claro, se busca minimizar riesgos y asegurar que quienes ingresen al país cumplan estrictamente con las condiciones de su visado, fortaleciendo la integridad del sistema.

El corazón de esta reforma radica en la eliminación casi total de las exenciones de entrevista. Esto significa que la política de no requerir una cita para solicitantes menores de 14 años y mayores de 79 queda prácticamente sin efecto. A partir de septiembre, casi todos, sin importar su edad, deberán presentarse personalmente.

Esta decisión rompe con una práctica de años que facilitaba el proceso para familias y personas mayores. Ahora, los padres deberán coordinar la asistencia de sus hijos a las sedes consulares, y los viajeros de edad avanzada también tendrán que cumplir con este requisito. La medida subraya un enfoque más riguroso y personalizado, donde la evaluación individual se convierte en la norma y no en la excepción. Cada caso será analizado bajo la misma lupa, buscando consistencia y seguridad en cada aprobación.

¿Quiénes deberán asistir a la entrevista obligatoriamente?

Con la implementación de las nuevas reglas para visas de EEUU, la lista de quienes deben asistir a una entrevista se ha ampliado considerablemente. La regla general es simple, casi todos los solicitantes de una visa de no inmigrante, por primera vez o en ciertos casos de renovación, tendrán que programar y asistir a su cita.

Esto incluye a turistas, estudiantes, trabajadores temporales y cualquier otra categoría que no esté explícitamente exenta. La medida impacta directamente en la planificación del viaje, ya que los tiempos de espera para conseguir una cita podrían aumentar debido al incremento en el volumen de personas que deberán ser entrevistadas. Los solicitantes deberán tomar esto en cuenta y comenzar sus trámites con mayor antelación para evitar contratiempos con sus fechas de viaje planificadas.

¿Existen excepciones a la regla?

A pesar del endurecimiento, todavía existen algunas contadas excepciones. La normativa no aplicará para ciertas categorías de visas diplomáticas y oficiales, como las A-1, A-2, G-1 a G-4 y algunas otras designaciones específicas de la OTAN. Además, se mantiene una exención muy particular para ciudadanos mexicanos que renueven su Tarjeta de Cruce Fronterizo o sus visas de turista (B1/B2), siempre y cuando la solicitud se realice dentro de los 12 meses posteriores al vencimiento de la visa anterior y no existan antecedentes de rechazos.

Este ajuste en la normativa consular implica que los solicitantes deben prepararse para un proceso más estricto y personal, donde la entrevista se vuelve una pieza central del trámite.