El huracán Erin ha escalado rápidamente en poder durante las últimas horas, convirtiéndose oficialmente en un ciclón de categoría 5 mientras avanza sobre las aguas del océano Atlántico. La información fue confirmada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, entidad que ha calificado al fenómeno como “catastrófico” debido a sus vientos máximos sostenidos que se aproximan a los 255 kilómetros por hora.

En un corto periodo, Erin pasó de ser una tormenta mayor a un huracán de extrema peligrosidad. Los especialistas del NHC han registrado ráfagas que superan el umbral necesario para alcanzar la máxima clasificación en la escala Saffir-Simpson, lo que representa un riesgo destructivo muy alto para cualquier zona poblada que pudiera encontrar en su camino.

La trayectoria actual y la vigilancia en el Caribe

Actualmente, el sistema se desplaza por el Atlántico sin representar una amenaza directa e inminente sobre tierra firme. Sin embargo, el Centro Nacional de Huracanes mantiene una vigilancia constante sobre su evolución. Las autoridades han hecho un llamado a la población de las Antillas Menores, las Islas Vírgenes y Puerto Rico para que sigan de cerca el progreso del ciclón.

El huracán Erin se ubicaba esta mañana a unos 195 kilómetros al noreste de Anguila, moviéndose en dirección oeste-noroeste a una velocidad de 31 kilómetros por hora. Se espera que el centro del sistema pase al norte de las islas de Sotavento Septentrionales, las Islas Vírgenes y Puerto Rico durante el fin de semana.

Posibles efectos y proyecciones del fenómeno

Los pronósticos indican que el huracán podría generar acumulados de lluvia de hasta 15 centímetros en algunas áreas, lo que aumentaría el riesgo de crecidas repentinas y deslizamientos de tierra en zonas montañosas. Además, el NHC advirtió que el oleaje fuerte y las corrientes de resaca peligrosas afectarán las costas de las islas cercanas, representando una seria amenaza para las embarcaciones y las actividades costeras.

Se prevé que Erin realice un giro gradual hacia el norte a comienzos de la próxima semana. Aunque los meteorólogos señalan que probablemente se mantenga alejado de la costa de Estados Unidos, no se descarta que pueda producir oleaje peligroso y erosión en estados como Carolina del Norte.

Una temporada de huracanes más activa

La actual temporada de huracanes en el Atlántico, que se desarrolla entre junio y noviembre, ha sido catalogada como más activa de lo habitual. Expertos en la materia asocian el aumento en la intensidad y la rápida formación de estos ciclones con el notable calentamiento de las aguas del océano.

Estas condiciones oceánicas favorecen el desarrollo de tormentas de gran magnitud. Como referencia, en 2024, el huracán Helene dejó más de 200 víctimas mortales en el sureste de Estados Unidos. Por esta razón, las autoridades de protección civil en toda la región del Caribe han exhortado a la población a mantenerse informada a través de los boletines oficiales y a tomar las precauciones necesarias.