

La postura de Abinader sobre las tres causales ha quedado claramente definida, marcando una diferencia entre su opinión personal y su rol como jefe de Estado. El presidente Luis Abinader aseguró que, si bien a nivel personal está de acuerdo con la inclusión de las tres causales que permitirían la interrupción del embarazo en situaciones específicas, la decisión final sobre este tema reposa exclusivamente en el Congreso Nacional. Esta declaración surge en medio de un intenso debate nacional que ha mantenido en vilo la aprobación de una pieza legislativa clave.
En sus declaraciones, reseñadas por el periódico Hoy, el mandatario dominicano fue enfático al señalar que no impondrá su criterio personal a los legisladores. Reconoció que este es un asunto que divide a la sociedad dominicana y también a los miembros de su propio partido, el Partido Revolucionario Moderno (PRM). Por esta razón, considera que el escenario natural para resolver esta controversia es el congreso, donde están representadas las diversas corrientes de pensamiento del país.
El congreso tiene la última palabra
El presidente Abinader ha reiterado en múltiples ocasiones que su gobierno respetará la independencia de los poderes del Estado. Su mensaje es que, si el Congreso Nacional aprueba finalmente el código penal dominicano incluyendo las tres famosas causales (cuando la vida de la madre corre peligro, cuando el embarazo es inviable o cuando es resultado de una violación o incesto), él procederá a promulgar la ley sin objeciones.
Esta posición coloca toda la responsabilidad sobre los hombros de los diputados y senadores. Ellos deberán ponderar las distintas opiniones y presiones de grupos sociales, religiosos y de derechos humanos para dar forma a una de las legislaciones más esperadas y polémicas de las últimas décadas en la nación caribeña. La promesa del presidente de firmar la ley busca destrabar un proceso que lleva años estancado precisamente por este punto.
Un debate que polariza a la nación
El prolongado debate del aborto en RD ha sido el principal obstáculo para la actualización del código penal, una normativa que data del siglo XIX. La sociedad se encuentra visiblemente dividida entre quienes defienden el derecho a la vida desde la concepción de manera absoluta y quienes abogan por las excepciones contempladas en las tres causales como una medida de salud pública y derechos humanos.
Mientras tanto, la postura de Abinader sobre las tres causales intenta equilibrar su visión progresista con la gobernabilidad, dejando que el órgano democrático por excelencia sea el que legisle.
El mandatario afirmó que su deber es gobernar para todos los dominicanos, tanto para los que comparten sus ideas como para los que no, estableciendo un precedente sobre cómo manejar temas que generan una profunda división en la opinión pública. Ahora, los ojos de todo el país se posan sobre las próximas sesiones del poder legislativo.
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