

La atmósfera pesa. Nadie esperaba que la presión social escalara tan rápido en cuestión de horas. Hoy no es un domingo cualquiera en la República Dominicana; es el día en que la justicia se pone a prueba frente a todos.
El Caso Senasa ha dejado de ser un expediente judicial para convertirse en un polvorín político. Mientras la gente se aglomera, una pregunta retumba en las redes y en las aceras: ¿Dónde están los que antes gritaban contra la corrupción?
El silencio de los "moralistas"
Aquellos que en la gestión pasada señalaban con el dedo, hoy parecen haber perdido la voz. Faride Raful, conocida por sus discursos incendiarios contra el desfalco público, no ha dicho ni una palabra sobre el Caso Senasa. Ni un tuit. Ni una declaración.
Lo mismo pasa con Milagros Ortiz Bosch.
El contraste es brutal. Quienes vociferaban "ladrones" a los cuatro vientos, ahora guardan un silencio que muchos interpretan como complicidad o miedo. La indignación crece porque la vara de medir parece haber cambiado dependiendo de quién esté en el banquillo.
El Caso Senasa avanza, y con él, la paciencia se agota.
La calle se calienta: Marcha Negra y Somos Pueblo
La respuesta ciudadana no se ha hecho esperar. La Fundación Justicia y Transparencia (FJT), encabezada por Máximo Calzado Reyes, ha convocado a una "Marcha Negra". No es una celebración. Es duelo. Es rabia.
Califican lo sucedido como el fraude más grave en la historia del sistema de salud. Millones de dominicanos afectados directamente.
A esto se suma el llamado urgente de Somos Pueblo. La cita es hoy a las 6:00 de la tarde frente al Palacio de Justicia. El mensaje es claro:
"Cuando el pueblo se levanta, el gobierno tiembla".
Exigen cárcel. Nada de medidas tibias. La gente quiere ver consecuencias reales para quienes tocaron los fondos de salud. La manifestación espera el fallo de las medidas de coerción, y el ambiente promete ser hostil si la decisión no convence.
¿Abinader lo sabía?
Aquí entra el punto más delicado. Voces críticas aseguran que el presidente Luis Abinader no podía ser ajeno a una operación de este tamaño dentro de su administración. ¿Debería renunciar? Esa es la conversación que empieza a surgir en los corrillos políticos.
El movimiento "OLA", que fue clave para empujar a Abinader al poder, ahora aparece manchado en el expediente. La conexión es directa y política. Ya no se trata solo de técnicos o administradores; se trata de la estructura que llevó al gobierno actual al Palacio Nacional.
La salud de Hazim y la furia de Chanel
Mientras tanto, la defensa juega sus cartas. Santiago Hazim alega problemas de salud para evitar la celda.
Pero el Ministerio Público fue tajante: ningún médico forense ha acreditado tal condición.
Es una táctica vieja. El abogado de Hazim, sintiendo la presión de la calle, ha exigido garantías de seguridad ante el anuncio de las protestas. Saben que los ojos del país están puestos sobre ellos.
Y como si faltara drama, Chanel Rosa Chupany, exdirector de la entidad, perdió los estribos. En la red social X, se enfrascó en una discusión subida de tono con un usuario, lanzando improperios y amenazas. Los nervios están a flor de piel en ambos bandos.
Lo que viene
Se rumora que esto es solo la punta del iceberg. Informes sugieren que pronto estallará otro escándalo, esta vez en el programa "Supérate". Si el Caso Senasa ha sacudido los cimientos, lo que sigue podría derrumbar la fachada de transparencia que intenta vender el gobierno.
El juez tiene la última palabra hoy. Pero la calle tiene el veredicto final.
¿Se hará justicia o veremos otro show mediático para calmar las aguas por unos días? https://enminutos.net/caso-senasa-fallo-protestas/
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