

Bruna Ferreira podrá regresar a casa. Un juez de inmigración ordenó este lunes la liberación de la madre del sobrino de Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, tras el pago de una fianza. La noticia llega apenas semanas después de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) la calificara públicamente como una "extranjera ilegal criminal".
El caso de Bruna Ferreira ha captado la atención no solo por su vínculo familiar indirecto con la administración Trump, sino por la dureza de las acusaciones iniciales. Según confirmó su abogado, Todd Pomerleau, el juez fijó una fianza mínima de $1,500 para su salida. Se espera que Ferreira quede en libertad entre el lunes y el martes.
La defensa logró convencer al tribunal de que ella no representa un riesgo de fuga ni un peligro para la comunidad. Esto contrasta radicalmente con la narrativa oficial que manejaron las autoridades migratorias al momento de su detención.
Abogado desmiente versión de "criminal" del DHS
¿Qué pasó realmente con el historial de Ferreira? El DHS aseguró hace dos semanas que la brasileña tenía antecedentes por agresión ("battery") y que había permanecido en el país ilegalmente tras vencerse su visa en 1999. Sin embargo, su representante legal fue tajante: eso no es cierto.
Durante la audiencia, Pomerleau argumentó con fuerza que su clienta no es una "criminal" como la etiquetaron. "¿De dónde sacan eso? Muéstrennos las pruebas", había declarado el abogado a medios locales tras el arresto inicial. Según la defensa, Bruna Ferreira no tiene antecedentes penales, entró legalmente al país y, de hecho, fue beneficiaria del programa DACA en el pasado.
Lo que sabemos es que ella se encuentra actualmente en un proceso activo para obtener su "green card" o residencia permanente. La detención, realizada sin orden judicial mientras ella estaba en su auto en Massachusetts, sorprendió a su entorno.
De Massachusetts a Luisiana: Un traslado polémico
Uno de los puntos más criticados por la defensa fue el traslado inmediato de la detenida. Aunque el arresto ocurrió en el noreste del país, las autoridades la enviaron al Centro de Procesamiento de ICE en el sur de Luisiana, a miles de millas de su hogar y de su defensa legal.
El abogado tuvo que litigar el caso a distancia, enfrentándose a un sistema que se ha vuelto mucho más estricto bajo las nuevas directrices de la administración actual. El DHS había declarado que, bajo el mandato del presidente Trump y la secretaria Noem, cualquier persona presente ilegalmente está sujeta a deportación.
A pesar de la retórica de mano dura, el juez de inmigración optó por conceder la libertad bajo fianza. Esto plantea dudas sobre la solidez de las acusaciones de "agresión" que citó el DHS. Si existiera un historial violento grave, las fianzas suelen ser negadas o fijadas en montos mucho más altos.
¿Influyó la conexión con la Casa Blanca?
Muchos se preguntan si el vínculo con Karoline Leavitt jugó algún papel. La Casa Blanca no ha emitido comentarios al respecto. Por su parte, el abogado Pomerleau calificó la conexión como una simple "casualidad" y aseguró que no cree que esto haya afectado el caso, ni para bien ni para mal.
El hermano de Karoline Leavitt, Michael, había confirmado previamente la detención. Ahora, la familia espera el retorno de Ferreira. La situación deja ver las complejidades del sistema migratorio actual, donde incluso personas con procesos de regularización en marcha pueden enfrentar detenciones abruptas.
Por ahora, Bruna Ferreira sale de la custodia de ICE, pero su batalla legal continúa. Deberá seguir peleando su caso de permanencia en los Estados Unidos, ahora desde fuera de las rejas.
Fuente: Abc News https://enminutos.net/?p=249003
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